¿Has notado que algo, muchas cosas no están bien? La banca no está bien, la educación no está bien, los sistemas de salud nos mantienen enfermos, los gobiernos no pueden con sus pueblos. Y aún con todo eso la sociedad obsesionada con el éxito nos bombardea constantemente con imágenes de vidas perfectas, cuerpos envidiables, carreras de ensueño y fortunas inimaginables. Y ni las instituciones lideres, ni los modelos de aprendizaje son modelo a seguir, realmente son tampoco de mucha ayuda. Y encima nos dicen que somos fracasados si no alcanzamos logramos el estándar.
Ese modelo de éxito; ese exitismo, nos está arruinando. Nos llena de miedos, nos aleja de nuestros propósitos, promueve soñar y que no despertemos. Nos hace esclavos de una búsqueda insaciable de aprobación externa. La de papás, la de parejas, la de colegio, profesores, donde una nota, una calificación, un diploma o título nos define. Nos invita a ser mejores que otros a costa de lo que sea. Promueve al corrupto. Degrada al honesto, al leal y al correcto.
¿Todo esto te suena familiar? ¿Te pasas horas trabajando en un empleo que odias? ¿Creas proyecto tras proyecto y nunca terminas uno cuando ya comienzas otro? ¿Abandonas pronto en la carrera tras el arcoíris del dinero y el prestigio? Inviertes tiempo, salud y energía en proyectos que te consumen, pero no te llenan. Como resultado vives con el constante temor de no ser lo suficientemente bueno en nada, sin estar ¡A la altura de las expectativas de los demás!
¿Quieres decir ¡Basta ya!? O ¿Prefieres de nuevo aplazarte? O ¿Ya estás dispuesto a hacer lo necesario para renunciar a esa forma de hacer las cosas?
¿Qué es el éxito realmente? No se trata bienes, carros y casas, o de millones de seguidores, o del reconocimiento de tus logros, marca o empresa. Mucho menos de ver a los hijos graduarse o que tengan eso que nosotros no. La definición real de éxito; así lo creas o no es: ¡Culminar bien algo! ¡Salir o terminar bien lo que sea que hagas!
Si trabajas en algo propio o ajeno, pero eso te enferma: No estas teniendo éxito. Llegas de un viaje a donde sea, a enfrentarte a las deudas, a los pendientes, al agotamiento físico y a encontrarte de nuevo con un sitio que no te gusta y del que te quejas todo el tiempo: No estas teniendo éxito. Finalizas un estudio o una carrera, para que desde el mismo inicio de tu vida laboral te des cuenta que no era lo que querías: No estas teniendo éxito. Ejemplos hay miles.
¿Te sorprende? ¡Así vive el mundo! y esta normalizado vivir así, quejarse, molestarse, enfermarse y creer que la vida es un sacrificio, es una lucha, que hay que saber llevar la enfermedad, la tristeza, que hay que soñar, pero pocos están dispuestos a pagar el precio de despertar.
¿Cuál es el precio? ¡Querer! Estar dispuesto a hacer lo que sea por lo que se quiere. Reconocer nuestros miedos ¡nuestra cobardía! y luego abandonarlos, Reconocer nuestro Coraje ¡Nuestro corazón! y luego abrazarlo, junto a nuestros propósitos más profundos. Volvernos Creadores.
¿Y cómo lo hacemos? Aquí te dejo algunos consejos:
- Empieza a seguir a tu corazón. Tu ya sabes mucho de tus miedos, ellos te trajeron hasta acá ¡Suéltales la pezuña! Deja el temor a compartir, a la escasez, interesate en servir y ser feliz. ¡No conoces tu potencial, ni cono usarlo! Tienes que entrenar tu determinación, tu disciplina, tu voluntad y ser decidido. Empezar a convertirte en alguien que no sigue el éxito del mundo. Sino alguien que quiere culminar, cerrar, salir bien de todo lo que hace, a costa de lo que sea, en favor tuyo y de todo el mundo.
- Descubre tu misión y propósito ¿Conoces cuáles son tus talentos? ¿Esos que vinieron con tu alma y son parte del equipaje? Esos son tu principal caja de herramientas ¡Tienes que desarrollarlos y convertirlos en la base de tus creaciones y proyectos! No son las habilidades y destrezas que aprendiste a la fuerza del miedo y las circunstancias. Son lo que más te apasiona hacer en la vida. Encuéntralos y date la vida por usarlos con éxito.
- Empieza a usar tu coraje para crear. Abandona la queja, deja de ver problemas y haz de todo, una oportunidad. El que sigue al mundo ve al miedo y le saca provecho, el que sigue su corazón ve la oportunidad y aporta, da, comparte, sirve. Tiene Coraje al seguir su propósito.
- Toma acción. No basta con idear. Necesitas un plan de trabajo, metas, recursos. Usar los que tienes e ir por los que puedan faltar, definir fechas, indicadores y a caminar. Un paso largo o corto, no deja de ser paso, cada uno te acerca a una meta. Reconocerás y desarrollaras confianza y fe en ti, sin hacerte daño, sin batallas, guerras o luchas, enfermo no eres útil. Se exitoso de Verdad.
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No te conformes con una vida mediocre. Tienes el potencial para lograr cosas increíbles. ¡Ten Coraje! ¡Ven Corajudo!
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